Felicidad.
La felicidad.
Uno de los temas más dialogados, sobre todo en
estos tiempos.
¿Quién es realmente feliz? ¿Apariencia o realidad?
Hemos crecido en un mundo donde ser feliz es una gratitud, le decimos a las personas que más queremos que es así, que lo somos, que lo sentimos, pero, el exterior no tiene nada que ver con el interior de cada ser humano. Muchos manifestamos la felicidad y la alegría de distintas maneras, desde diversas perspectivas. Aquí viene esta frase que he escrito hace mucho tiempo, que al leerla me hace pensar en como era mi perspectiva hacia la felicidad en aquel momento, y qué era para mí la felicidad.
"El sublime aliento del olvido se avecina a mi
ventana anunciando el esperado llamado de la gloria infinita, mejor conocida
como felicidad".
Un poema
retratado en un momento de caída emocional. confusión, el cierre de una etapa
que en parte es recordada con alegría y la otra parte con dolor, el porqué de
muchas cosas injustas, y la molestia de fingir estar bien y no poder reclamar a
gritos que lastimaba y que iba a dejar marca por el resto de mi vida. Noches de
las cuales tengo pesadillas y así es como llamo esos sucesos, pesadillas.
Mi alma pedía a
gritos que no pasará por alto escribir la felicidad que emanaba el significado
de terminar aquella etapa, pues era importante descargar esa energía y dejar un
recuerdo escrito de lo que eso causó en mí.
Hoy en día se muestra una felicidad vacía, de apariencia. No debemos dejar perder nuestra esencia de ser realmente felices. La verdadera felicidad viene desde adentro, del corazón, de nuestro ser. Es una frase cliché, pero creo que más de una persona ha logrado experimentar realmente eso, pasar por diferentes situaciones a tal punto de creer en sí mismo, en ser quien es, sin importar qué. El cambiar para poder complacer a personas mediocres o simplemente para poder ser aceptado jamás te llevará a la felicidad, te llevará a perderte para siempre y será difícil volver a encontrarte.
Sé que sí has
experimentado la felicidad, la grata ilusión de llenarte por dentro, de
sonreír, de vivir realmente, no dejes que eso se pierda. Existen imprevistos,
malos momentos, malas acciones de otras personas que hacen que nos desviemos de
lo que realmente queremos y de lo que realmente somos, lo sientes, sientes que
es la vida que lo hace, y sí, si es así. No estamos preparados, o eso creemos.
Nos enfocamos tanto en lo negativo, en las cosas que nos agobian, que nos
comen, que nos hacen sentir inútiles, porque está latente, porque vemos que eso
es realmente lo que está pasando. Pero, ¿alguna vez has visto lo bueno en
pequeños detalles, ocasiones o personas? Esas pequeñas cosas que pasan como una
estrella fugaz, rápido, que dejan huellas.
Estamos en un año en
el cual cuestionamos mucho nuestra verdadera felicidad, pusimos a prueba
nuestro yo interno para entender que algunos teníamos una felicidad dependiente
de alguien o algo, no era realmente felicidad. Reflexionamos y aún seguimos
reflexionando de que realmente nos hace felices, qué nos otorgan los grandes
momentos de nuestra vida. Los aprendizajes, las etapas, los sucesos o el propio
crecimiento personal.
Todos anhelamos, tal
cual como dice mi poema, que la dichosa felicidad se avecine a nuestra ventana,
para así poder saborear la gloria infinita, sin saber que el estar vivos cada
día y poder tener la oportunidad de poder cumplir lo que queremos es la
verdadera gloria infinita, no hay que desperdiciarla, yo no lo hago, espero tú
tampoco.
y tú, ¿eres realmente feliz o sólo sueñas que lo
eres?
No lo sueñes, observa a tu alrededor y disfruta ese
sueño hecho realidad.
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